lunes, 14 de enero de 2013

Saludos desde la nada...



Sentada frente a esa pared contemplo la sombra que proyecta una figura grotesca, exageradamente estática y amorfa, parece suspendida en el aire. Hay días que me pregunto ¿Cómo será el rostro que acompaña a esa silueta? Tal vez es mejor no saberlo... Cómo explicarle a esa figura gris; que un día fui el alma de las fiestas, la ejecutiva admirada por jefes y compañeros, la esposa perfecta y la madre abnegada que todos esperaban de mí. Cómo decirle que no soy el reflejo de lo que fui, ni tan siquiera el bosquejo de lo que podría haber llegado a ser…

«Y el reloj no avanza, no transcurre el tiempo a la velocidad del hilo tejido por la parca»

Sentada frente a esa pared azul, sin poder articular palabra y atada a esta silla para que mi cuerpo no se venza y caiga al suelo, espero… Espero que el ángel bueno de la muerte venga a buscarme para llevarme al cielo o al infierno. Cualquier sitio será mejor que estas cuatro paredes de color azul, bueno digo cuatro paredes porque imagino que estoy en una habitación… la verdad solo veo la pared de enfrente, pues la rigidez de mi cuello no me permite ver que me rodea, si es que me rodea algo… y el techo cuando estoy tendida en la cama contemplo un techo amarillento con grietas y una enorme telaraña prendida del cable que sujeta la única bombilla.

«Y el reloj no avanza, no transcurre el tiempo a la velocidad del hilo tejido por la parca»

Siento otra vez ese picor insoportable en la nariz y que no desaparecerá hasta que vengan acostarme y me giren boca abajo tendida en la cama para atarme el camisón, solo entonces mi cara aplastada contra la almohada conseguirá apaciguar un poco el maldito picor. 

Oigo las campanas repicar y me acuerdo de los veranos en el pueblo, cuando…

— No hay tiempo que perder, ven dame la mano que tus plegarias han sido escuchadas y hoy descansarás en la nada ese espacio entre esta vida y la siguiente — 
— ¿Cuánto tiempo permaneceré en la nada? — 
— Poco muy poco, porque tu próximo destino ya está escrito —

«La última vez que estuve en la nada el espacio se media en suspiros, en instantes robados al agujero del tiempo, así que me despido aquí y ahora por si luego no dispongo de... tiempo» —Adiós vida pasada… —


  

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