miércoles, 15 de febrero de 2012

El reencuentro



Es noche avanzada y otra vez no puedo dormir, me levanto y me dirijo hacia la cocina arrastrando los pies por el frío suelo, ¡maldita sea! no se donde dejo nunca las zapatillas» abro la puerta del frigorífico y cojo el zumo de naranja que bebo directamente del tetrabrik, creo que como me lo prohibieron tantas veces cuando era joven, que ya no recuerdo cuando fue la última vez que usé un vaso para disfrutar de un buen trago de zumo. Me dirijo hacia la biblioteca, no necesito encender la luz porque la luna se ha colado en la estancia a través de los cristales, que desnudos de ropajes se muestran vulnerables al polvo acumulado de tantos días sin haber visto el trapo ni el limpia cristales.  Asomada a la ventana, contemplo el espacio abierto de un jardín descuidado, allá fuera todo está lleno de silencios que perturban la paz de mi alma.

De pronto oigo un ruido que no identifico y allí frente a frente los descubro, se miran desafiantes, después de catorce largos meses y ahora, sólo  apenas a unos centímetros de distancia, midiendo sus fuerzas… ella dudando de poder volver a… el recordando su complicidad en el pasado… y deseando que la magia vuelva a fluir entre ambos. Sienten el silencio que les envuelve, «creo que he dejado de respirar, para ocultarme y no imponerles mi presencia, deseo que entre ellos se entiendan, siempre formaron una magnifica pareja».

Empiezan los reproches, ella le echa en cara a él; su pasividad, su mudo hermetismo y todos los silencios del pasado — nunca aportabas nada —, escupe esas palabras con rabia. El se inclina ante la evidencia y reconoce sus carencias. Es entonces cuando la desarma y ella misma baja la guardia, desciende de su nube de delirios, porque ella sabe perfectamente que él, por si solo no puede… que la necesita y que sin ella su vida carece de sentido… Ella abandona el espacio que los separa y se une en un beso que durará toda la noche… 

¡Por fin! se reencontraron el papel y la pluma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario